Friday, December 16, 2011

Batista y el Orden Constitucional

Respuesta a Solopinto en el Nuevo Herald

La dictadura de 53 años de Fidel Castro no hubiese ocurrido sin el golpe de Estado de Batista. Después de la constitución de 1940, hubo tres gobiernos elegidos democráticamente, incluyendo el de Fulgencio Batista de 1940-1944. Desafortunadamente, en marzo de 1952, sin posibilidades de ganar las elecciones, y a menos de 120 días de las mismas, este personaje, apoyado por políticos como Rafael Díaz-Balart, lleva a cabo un golpe de estado que hizo trizas el orden constitucional y democrático del país. Diaz-Balart era el líder de la juventud del Partido Acción Unitaria creado por Batista, o sea, una agrupación sin ningún arraigo dentro de la población. El pueblo estaba harto del pasado histórico de este nefasto señor. Él lo sabía y actuó con conocimiento de causa.

Puede consultar esta información en cualquier libro de historia publicado fuera de Cuba. Sin el “Madrugazo” de Batista, Fidel Castro no tenía posibilidades alguna de llegar al poder. Era un obscuro abogado con fama de gatillo alegre en sus años universitarios, quien militaba en el Partido Ortodoxo de Eduardo R. Chibás. Eddie, como se le conocía, con razón, desconfiaba de este joven pistolero, por lo que su futuro político no era nada halagüeño.

Debemos ver los hechos en su justa dimensión. Aun cuando la dictadura de Batista fue un mal menor en comparación con la hecatombe de 1959, no es menor cierto que tuvo consecuencias lamentables para nuestro devenir histórico.

Thursday, December 15, 2011

La Carta Equivocada

Los Díaz-Balarts apuestan de nuevo por la carta equivocada. El padre, Rafael, cómplice del golpe de estado perpetrado por Fulgencio Batista en marzo de 1952, no supo discernir el sentir del pueblo y apoyó el rompimiento del orden constitucional que, como colofón, trajo la dictadura más destructiva y larga de nuestra historia. Ahora, el hijo, Mario, no entiende lo imprescindible que es mantener las medidas de envío de dinero y viajes a Cuba.

El fortalecimiento de la sociedad civil, el fomento de la incipiente economía de mercado, cuyos dueños se hacen cada vez más independientes del Estado, depende, en gran medida, de mantener la actual filosofía. Si tiene dudas, con sólo consultar a la disidencia interna y escuchar a Yoani Sánchez, al economista Chepe o a Payá Sardiñas sería suficiente. Pero no, esta vez tampoco prestan atención a las encuestas que por casi un 60% rechazan sus intenciones.

Nada, que los Diaz-Balart padecen de un mal incurable: nunca saben discernir el sentir del pueblo.

(Publicado en el Nuevo Herald) Ver link Limitaciones de Remesas y Viajes