Thursday, February 18, 2016

CONFESION


En los 70’s solo pude resolver botas rusas para ir a la escuela. Rompe rocas le decían. Después, en los 80’s llegó la moda de los botines y, desde entonces, solo uso botines, jeans, t-shirts,  y en ocasiones especiales blazer, t-shirt y, por supuesto, botines.  Los fines de semanas, ando en shorts, tenis, y camiseta deportiva. Soy anti-etiqueta por naturaleza y enfermo al jean.

A principios de los 80’s, viviendo en Cuba, tuve la suerte que unas amistades llegadas por la comunidad (los gusanos traidores que se convirtieron en mariposas traedolares) me regalara un jean LEE, unos botines  negros de charol y un pulóver de fondo amarillo con la bandera americana. Aquello fue un escándalo.  El domingo siguiente me estrené el atuendo, me miré al espejo y por poco me caigo a besos ¡Coño parecía un pepillo de verdad!  Con mis 20 años Salí a conquistar el mundo –o eso pensaba- Al bajarme en la parada del parque de la Fraternidad rumbo a la calle Cienfuegos donde vivía  mi novia de entonces, un policía me ordenó detenerme. Sin más, me pidió el carnet de identidad, me miró fijo a los ojos y me dijo: ¿No te da velgüenza ve'tirte con la bandera americana? En lo absoluto, esa es la bandera de Lincoln, Martin Luther King, y de cientos de estudiantes americanos que estudian en Cuba. Eso lo hizo emperrarse. Me ofendió llamándome  “jipe  ‘e  mielda”. Le contesté que trabajaba y estudiaba en la universidad y que era un ignorante. Ahí ardió Troya. Me esposó y me llevó detenido por desacato para la estación de policías al lado del Teatro Martí.  Allí estuve sentado en un banco durante horas. Por fin,  el oficial de guardia me llamó. Un teniente de unos 25 años, cinco mayor que yo. Apenado me dijo: Disculpa que te haya tenido tanto tiempo aquí, pero esperaba que se fuera el agente que te trajo. Tú no tienes problema y te puedes ir… pero, chico… no te pongas más el condena ‘o pulóver para que te evites problemas. 

¿Qué si seguí usando el pulóver?  Sí, pero en ambientes más flexibles al “divisionismo ideológico”