No hay nada más disidente que describir el entorno. Hace unos
25 años cuando aún residía en Cuba tuve una conversación con un tío, al cual
aprecio a pesar de tener ideologías diametralmente opuestas. Raúl, que así se
nombra, es lo que he dado en llamar un comunista “naive” en el sentido que
predica con el ejemplo. Vive aún como un monje rojo repitiendo la línea oficial
del gobierno. Sus fuentes las proveen las reuniones del núcleo del partido, el Granma,
los noticieros y las consabidas mesas redondas. No es capaz de ver ni una
mancha en la “inmaculada” ideología oficial. Entonces le di el jaque mate: ¿Tío, cuántas hay ahora? Ya era tarde, había caído en la trampa.
Me permití enumerarlas: UNA SOLA. La población había aumentado 4 veces, pero las posibilidades de consumo disminuido al extremo.
A ello habría que añadirle que todas las fincas alrededor
del pueblo fueron intervenidas y se perdían en aroma y marabú. Estas
suministraban leche, quesos, legumbres, yuca, maíz, frutas y cuanta vianda se consumía.
Fue demasiado para mi tío. Enmudeció y se retiró a dormir
molesto por haber caído en la celada.
Que cabronada...y eso que aprecias al tio! Casi lo matas. Pobre monje.
ReplyDeletejajaja
DeleteTengo un hermano con la misma miopia ideologica Pero no es para nada naive, sus gustos heredados de la epoca de "ignominia"permanecen inalterables,tanto que creo que ralla en la hipocresia
ReplyDeleteNo sé, a veces pienso que se niegan a aceptar la realidad del fracaso de un Sistema al que le han entregado la vida. Es casi un mecanismo de defensa.
ReplyDeleteNo creo, cuando los dolares de los traidores llegan no los devuelven
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